Emprende un viaje de vuelta a casa: a tu bienestar, a tu equilibrio, a tu esencia.

Las clases de Ile me han acompañado desde el primer día hasta el último día de embarazo, ayudándome muchísimo a vivirlo sana y fuerte y a recuperarme mejor después. Por la forma de guiar las sesiones en Biyoga, realmente mejoraras tu cuerpo y tu mente desde el respeto.

Lucía – Fisioterapeuta

Clara

Rosa L.

Natacha Pérez

No es fácil explicar con palabras lo que el Yoga me aporta. Era «ese gran desconocido» para mi; hasta que en Agosto de 2019 Biyoga abrió sus puertas. Fue como un regalo  caído de cielo que aparecía cuando más lo necesitaba. Ya en mi primera clase ocurrió el flechazo y cada día que pasa estoy más enamorada. A nivel físico, he de admitir que siempre lo había subestimado. Qué equivocada estaba! Sé que todavía tengo muchísimo por aprender; pero a lo largo de este año, con las clases de Hatha Yoga, he conseguido dejar atrás dolores que me venían acompañando durante años. Poco a poco mi fortaleza también va en aumento. Sin embargo lo más mágico del Yoga es que esta fortaleza trasciende lo físico: mi mente también gana «fuerza». Y es aquí cuando tengo que hablar de mis amadas prácticas de Yoga Nidra ??‍♀️a las que le debo tanto. Sanan mi mente, me ayudan a calmarme, a escucharme y a cuidarme. Me siento más centrada, me conozco mejor  y sé de verdad lo que quiero y necesito en cada momento. Hay un ingrediente esencial que consigue hacer de Biyoga algo especial: «la profe.  Ella es el ejemplo perfecto de que «la cara es el espejo del alma». Siempre con una eterna sonrisa, con su mirada limpia y generosa, con su voz calmada y melódica. Es, sin duda, una persona que inspira, que tiene magia.

Termino con un deseo: Solemos recurrir al Yoga como última alternativa(como fue mi caso) y me encantaría que la gente incluyese esta disciplina en su vida y así poder disfrutarla desde la salud. Y un último  mi deseo personal: que Biyoga siga en mi vida por mucho tiempo.

ELENA – Alumna de Hatha y Nidra desde el primer día